¡Dulce comienzo de semana a todos!
Nueve de cada diez personas aseguran amar el chocolate; el décimo miente.
Cada día caigo rendida a su oscuro color y sabor fuerte.
El chocolate es ese amigo que guardas en la nevera y te entiende, sin preguntar qué te sucede. Lo necesito frío, muy frío; o que abrase, dentro de una taza con asas de porcelana.
Hace tiempo que elegí el paladar al sexo. Y conste que este último me gusta en porciones, como el chocolate: en una tibia siesta, impredecible y sin contemplaciones.
El escenario de mis deslices, la cocina, permanece en la penumbra hasta que mis calcetines se arrastran hasta ella y mis dedos buscan a tientas el interruptor, en una declaración de intenciones. Con la luz encendida, siento un nudo en mi garganta y mi corazón atropellado, porque sé que va a invadir mi garganta un charco dulce y negro de triptófano (un precursor de la serotonina, la hormona de la felicidad).
Y mientras abro la nevera y rebusco entre los briks de leche de avellanas mi ansiada golosina, me prometo que serán sólo 20 gramos los que se deslizaran por mi angosto cuello, dos duras onzas que con el calor de mi boca se escurrirán hasta lo más hondo de mi ser con ayuda de la lengua, cumpliendo una de mis fantasías.
Arte.
Me inicié en el pudoroso mundo del chocolate sin cueros ni grilletes, hace relativamente poco, cansada de no sucumbir a los placeres que ponen la piel de gallina, por considerarse un pecado durante años entre los gurús de las dietas saludables. La vida me ha demostrado que, como la masturbación, tomar chocolate es realmente bueno y no da granos.
El chocolate es un superalimento, si eliges uno con un porcentaje de cacao por encima del 85 % . Mejora el sistema nervioso, la memoria y es un gran aliado para el organismo, por su capacidad antioxidante. Un regalo de la naturaleza que no deberíamos censurar.
Por otro lado, me fascina el sonido que tiene al romperse: frágil, ronco y seco. Admito que una de las cosas que más me excita es quebrar una figura que no me pertenece dentro de mi puño, casi segura de que nadie me observa. Como cuando echas un polvo en la calle – cosa que ya no hago- y no sabes si alguien aguarda cerca.
El chocolate, en cantidad moderada, no sólo no engorda, sino que adelgaza las penas.
¡Lo que han unido los aztecas, que no lo separe la OMS!
¡Un beso cargado de placer!
Avec tout mon amour,
AA
Silvia
Hace mucho que sucumbí a ese placer ….soy de chocolate puro … Cuanto más negro mejor … Me he pegado media vida a dieta … Pero siempre ha habido un hueco para él , simplemente Porq me hacía y me hace sentirme mejor , un par de pastillas ( me digo ) y me conformo . Y así es .
adrianaabenia
Es un vicio sanísimo! Además está demostrado que 20 gramos al día adelgaza, hace que te sientas más feliz y está riquísimo!!!!
Silvia
Jajajaja no me digas q adelgaza q me vengo arriba ! ?
Celebes
Valeeee … Voy a la nevera. 😉
adrianaabenia
Qué aprovecheeeeeee!! ???
Juanfran
Hoy he tenido suerte, se han juntado en un post dos de mis debilidades , el chocolate y tú Adriana. ??
Juan
Yo no puedo dejar de comerlo.a mi edad(58) el sexo es minimo y si como dicen el chocolate es el sustituto,pues decir que asi si practico bastante sexo porque disfruto comiendo y me encanta.
adrianaabenia
Con el chocolate se alcanza igual el orgasmo ¡Me alegro que te fascine tanto como a mí! ✌?️?
Patricia Marco Zamora
Adriana, me encanta como escribes, me encanta como eres y me encanta el chocolate. Buenas noches
carlos martin
Chocolate y tu fantasia total lo demás la imaginación al poder esa boca me provoca jejeje